Hay muchas cuestiones que me preocupan en la vida. El amor de pareja fue por mucho tiempo una cuestión banal para mis preocupaciones, si llegaba o no, no importaba; era algo que siempre estuvo al final de mi lista de prioridades; quiza tal vez pasar el rato, o saber que alguien había para pensar en mi era lo que más se asemejaba a esa última cuestión de amor.
Cuando te conocí muchas cosas cambiaron de orden en mi lista de prioridades. El amor se presentó entonces como una cuestión que, como una astilla en el dedo, mantuvo mis pensamientos punzando. Muchas cosas me pregunté y me cuestioné al saber que provocabas tal sensación en mi; al principio hubo confusión, aunque tenía la certeza de querer estar contigo, luego vino la incredulidad por la manera en cómo te entregabas a mi después de tanta resistencia de tu parte.
Mi corazón se estremecía y agitaba al recordarte y cuestionar la realidad en la que vivía. No me daba cuenta, pero tú te habías convertido en mi cuestión de amor. Nublado estaba por mis cuestionamientos que no sentí el momento cuando escalaste al peldaño principal de mis prioridades.
La incredulidad, mi propia inseguridad, y el movimiento que tú habías generado en todas las cuestiones de mi vida, me llevaron a entrar a un estado donde no sabía ya qué hacer; probar algo más para estar seguro de lo que sentía por ti? entregarme completamente y ciegamente a lo que me ofrecías? poner un poco de resistencia ahora que tú te entregabas tan apasionadamente a mi?
Mi mente me jugaba mucho, como en un tablero de serpientes y escaleras. Puede que tú no lo sepas, que no entiendas esto que lees de la misma forma cómo lo viví; puede incluso que no creas en lo que lees, pero debo decirte que mi corazón y mi razón entregados a ti, son quienes escriben este intento de representar con palabras todo lo que me has generado.
Sé que en ese tiempo cometí estupideces, y no sabes de cuánto me arrepiento por no haber podido mediar con el remolino que eran mi mente, mi corazón y mi alma. Estoy seguro de que al final tomé la decisión correcta, cuando tu corazón se abrió al mio y lo llamó para unirse con él; entonces todo fue claro: tú eras la persona con quien deseo amar y por quien pretendo luchar por siempre. Después de la claridad de las palabras de tu corazón, no me quedó duda de quererme consagrar a ti y, por esos pequeñas grandes palabras que tu corazón me dice con la ayuda de las vibras del universo, "te amo", es que mi corazón sabe que fue creado para estar con el tuyo y hacerlo feliz: tu fuiste pensado primero por el creador, y luego yo para estar contigo.
A pesar de todo, aún tengo miedos; el principal: que todo lo que te demuestro no sea suficiente para ti y no notes lo inmensa e intensamente que te amo. Sufro de inseguridad, esa es la razón de este miedo y de muchos otros que en última instancia culminan en la terrible idea de algún día me perderte. Así, al final de todos mis miedos, el miedo último es sufrir por no estar a tu lado. Confío en todo lo que me demuestras, y estoy seguro del amor que siento por ti y del que tú sientes por mi; eso, aunado con el pensamiento de mi bello futuro contigo nublan todo momento de miedo para hacerme ver que es eso, sólo miedo, y no dejarme abandonar a la paranoia que me comería, a ti y a lo que tenemos.
Ahora no estamos juntos por cuestiones que están fuera de nuestro control, pero nuestra arquitectura a futuro sigue trabajando. Te he entregado mi corazón completamente, tú eres ahora el pedestal donde reposa y en donde confío estará protegido. El alimento que tú le das es muy bueno, pues lo siento crecer fuerte y sano, con alguna que otra aflicción, pero está creciendo.
Ahora, sé que no eres el primer lugar de mis prioridades, eres todas mis prioridades, porque aunque suene a cliché, tú te has convertido en mi vida. Mi mente ya no me juega más juegos que los de mi inseguridad momentánea. Sé que el destino y el santísimo nos ha creado para estar juntos, y eso es algo que no debemos desafiar, no somos quien para contrariar el movimiento natural del universo, salvo en aquellos momentos que lo haga ser más próximo al fin por el cual fue hecho.
Te amo mi Tejonero, mi Eru, mi Gateru, mi Danieru, mi Watashi wa Eru, mi vida, mi amor, mi corazón, mi todo. Nunca me olvides ni a estas palabras.